Mis primeros 15k corriendo por Zacatlán…
Por Paulina Vázquez Barreiro, entrenadora deportiva y atleta

Soy apasionada de correr en calle, me gusta llevar un mismo ritmo y tener la seguridad de saber cuánto tiempo me tardo por distancia, por lo que no corría en trail. Pero como todo atleta, si me ponen un reto, ¡enseguida empiezo los entrenamientos!
Así que me inscribí a mis primeros 15k en trail, llenándome de nervios conforme se acercaba la carrera ¿Cuánto me iba a tardar? ¿Qué debía llevar? ¿Ocupaba un chaleco? ¿Quién me presta su chaleco?
Mil preguntas me inundaban hasta que estaba ahí ”10, 9, 8, la cuenta regresiva empezaba y yo aún no descubría donde se atoraban los bastones, 7, 6,5, prendí el COROS para registrar cada detalle, 3, 2, y corrí por las bellas calles llenas de manzanas, relojes y corredores.
En un abrir y cerrar de ojos ya estaba en la barranca. Tenía frente a mi 4km de bajada en los que, con la experiencia de irme hasta el suelo en las curvas cerradas, opte por no dejar que el miedo me invadiera, decidi confiar en mí y solo seguir.
Se estaba acabando la bajada, empezaba el olor a tierrita mojada, se acercaba el primer cruce de río. Sin dudarlo, quise rebasar a un chico y me caí ¿a quién no le ha pasado?
Nuestros amigos de Trail Run Hidalgo pusieron una cuerda justo para evitar que nos fuéramos con la corriente, pero queriendo ganar lugares me solté, caí y termine tardando más tiempo que si hubiera esperado al corredor jaja ¡qué ironía!
Aun así, el agua fresca y la emoción de ganar un lugar despertó en mí el instinto de competir. Había contado 4 mujeres delante y seguía una combinación de mis factores favoritos que a pocos les gustan: subida en camino ancho bajo un sol abrasador. Una oportunidad perfecta para alcanzarlas.
Son bien bonitas esas partes de las carreras donde se abre el camino, la gente se junta y no importa el ritmo que lleves es tan fácil hablar con desconocidos, todos vamos ”sufriendo” por igual y entras en confianza de platicar para que se pasen más rápido esos 2km de subida hasta el abasto. La gente te motiva a ir más rápido. Las otras chicas se iban quedando, 1, 2, 3, solo faltaba alcanzar a una chica más para ganar mi primer trail.
Llegue al abasto del km6 y vaya aún falta subir hasta el km9, pero la verdad ni se siente. Quienes han corrido en Zacalatlán no me dejaran mentir. Los paisajes están increíbles, como para pararte a sacar mil fotos y justo entre esos dos abastos no haces más que contemplarlos. Es puro disfrutar hasta que vuelves a cruzar el río y zas llegas a la ansiada parte de ”la pared”.
Nunca la voy a olvidar, lo orgullosa que me hizo sentir. Aproximados 3km de no saber si reír o llorar. Es ahí donde ya no quieres correr más, todo tu cuerpo te pide que pares, tu mente te empieza a traicionar, y recordé que tenía los bastones. Toda la carrera me había estorbado porque después de dos horas aún no sabía dónde iban jaja ya era momento de usarlos.
Antes de correr un gran amigo me dijo ”Cuando veas la reja solo te faltaran 200m de subida”. Así que me concentre solo en mover los bastones y buscar la reja. Ansiaba verla y saber que de ahí un último esfuerzo me llevaría al a meta, a tener mi foto de llegada, que me anunciaran en el micrófono y sentir esa inexplicable emoción de terminar una carrera.
Ha pasado más de un mes y aún recuerdo cada detalle, cada paso que di y todos los paisajes que conocí. Sin duda esta carrera marco mi vida y con mucho amor a correr en calle, el trail se ha vuelto parte de mi día a día.

Tu próxima aventura esta muy cerca!